La obra del arquitecto Juan Felipe Mejía, de Gamma Arquitectos, se materializa en la sala de un apartamento que se extiende hacia una terraza, un espacio que redefine la experiencia del hogar contemporáneo.
Este diseño se caracteriza por su versatilidad, donde cada rincón se adapta a las dinámicas cotidianas de sus habitantes. La sala no solo funciona como un lugar de estar, sino que se convierte en una conexión fluida entre interior y exterior, que permite el ingreso de la luz natural y el aire fresco. Dicho enfoque convierte este ambiente en un elemento central, que integra armónicamente todas las áreas del apartamento.
El diseño de la sala
Mejía logra un equilibrio entre minimalismo arquitectónico y arte. Una vez conocidos los gustos artísticos del cliente, la premisa de diseño fue mantener una estética sobria, que permita que las obras adquieran protagonismo.
La sala se transforma en una galería donde cada pieza se presenta como un punto focal, enriqueciendo el espacio pero sin abrumarlo. Así, no solo realza la belleza de las obras, sino que también crea un ambiente contemplativo que invita a la reflexión y al disfrute.
Gamma Arquitectos tiene una identidad que se fundamenta en una profunda comprensión de las necesidades y deseos de cada cliente. Para Mejía, cada proyecto es único; no se trata de imponer un estilo, sino de adaptarse al universo particular de cada persona. Este enfoque personalizado asegura que cada espacio cumpla con las expectativas y, además, que las supere, ayudando a materializar sueños individuales.
El reto de diseño se convierte en una colaboración en la que los gustos de los clientes y las tendencias del momento se entrelazan, dando lugar a un espacio que, más que una simple construcción, es un reflejo auténtico de la vida y la personalidad de quienes lo habitan. En este caso, la sala del apartamento no es solo un ambiente para estar, sino también un testimonio del arte de vivir.
