Hoy en día, el significado del tiempo se ha replanteado. El ritmo con el que nos enfrentamos a la cotidianidad hace que, muchas veces, nos centremos más en el futuro que en el presente, lo que se refleja en innumerables aspectos de la vida, especialmente en la forma en que habitamos los espacios y en la calidad de los elementos que los componen.

Por este motivo, el trabajo dirigido por el diseñador colombiano Camilo Sighinolfi en este apartamento en Cartagena es un recordatorio del alto nivel de la artesanía y de la mano de obra nacional.

Situado a gran altura y con una vista estratégica hacia la bahía de esta ciudad costera, este proyecto de 700 metros cuadrados tomó su tiempo —literalmente—. “Y fue récord lograr llevar a cada rincón hasta el más mínimo detalle en apenas once meses”, comenta Sighinolfi, quien recibió este apartamento completamente nuevo y equipado.

Sin embargo, el diseñador confiesa que para cumplir las expectativas de su cliente fue necesario desmantelar todo el lugar para hacer borrón y cuenta nueva. “Entre las reformas importantes se podría decir que la instalación de un sistema de aire acondicionado central nos brindó la oportunidad de eliminar vigas y muros al limpiar los techos y abrir el espacio de la zona social”.


Esta intervención dio lugar a un gran salón con diferentes ambientes, pero sin interrupciones visuales de por medio, ya que la división de cada área está sugerida por el mobiliario mismo.

El diseño del apartamento

Dentro de la sutileza del trabajo artesanal y la materialidad, Camilo destaca la mano de obra de los mosaicos de mármol hechos in situ en la cocina y los baños; la panelería en poliuretano high gloss, con lacas italianas, y la carpintería —realizada por Lusso Diseño— en cerezo, con dilataciones en bronce.


No obstante, lo que más sobresale para este diseñador es el detalle logrado en la cocina. “Está vestida en su totalidad de madera alistonada con poliuretano blanco; además, las neveras y la cava de vinos son paneladas, en tanto que la campana, la escalera y los herrajes son hechos ciento por ciento en bronce. Finalmente, el salpicadero y los mesones son de mármol arabescato”.

Hasta aquí solo hemos resaltado algunos de los detalles de la intervención de arquitectura interior. El mobiliario, textiles, accesorios y arte son un universo paralelo a esta declaración, por lo fino y lo eterno. “El proyecto debía servir de escenario para una familia activa, viajera y sibarita».

«Tenía claro que esta era la oportunidad perfecta para hacer algo muy diferente de la tipología clásica de las viviendas cartageneras”. Por tal razón, eligió una paleta neutral y cálida en los sofás, poltronas, sillas y mesas, de marcas como Giorgetti, Moroso, Arflex, Gubi, Meridiani, Knoll, Mobilfresno e Ivano Redaelli.

Esta paleta le abrió espacio al color con un tapete de Hechizoo y la gigantesca selección de piezas decorativas en cerámica, vidrio y metales exhibida en la biblioteca del salón y la vitrina de la cocina, entre las que se encuentran obras del diseñador español Jaime Hayón, Lladró, Hermès Home y Jonathan Adler. Sin embargo, todo el diseño interior y la disposición de cada objeto están pensados para enmarcar de algún modo la icónica obra de la serie de monjas del maestro Fernando Botero, ubicada en el estudio.

En este proyecto de interiorismo, el área social está completamente aislada de la privada, pero aun así se conectan por medio de la narrativa material y cromática que planteó Sighinolfi. Al final, esta propuesta se basa en espacios tranquilos, donde el ojo navega entre la vista al mar Caribe y la exquisita selección de diseño y arte.
Cinco puntos para destacar de esta obra

1. Entre las obras de arte exhibidas se encuentran firmas tan reconocidas como la del maestro Fernando Botero.
2. Para la iluminación optaron por productos de la compañía belga Delta Light y su línea high-end.
3. Los mosaicos de mármol de cocina y baños se hicieron in situ.
4. Instalar un sistema de aire acondicionado central les permitió eliminar muros y abrir la zona social.
5. Este espacio tiene un total de 700 metros cuadrados.