Entre las manifestaciones del arte, la arquitectura es tal vez la única que tarda décadas en transformarse. Las vanguardias artísticas —sea en la literatura, la pintura, el cine o en cualquier otra— son remplazadas en relativamente poco tiempo si se comparan con la arquitectura, cuyas mayores rupturas han requerido largos años, incluso siglos.

Las razones son múltiples. No obstante, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que esto se debe principalmente al hecho de que esta disciplina se vincula al habitar, a un estar-en-el-mundo, lo cual está ligado a su vez al devenir del tiempo y a la historia de las sociedades.

La nuestra es una sociedad que, en los últimos años, ha venido cambiando la composición de las familias, algo que inevitablemente ha impactado la arquitectura. Antes, las unidades de vivienda debían disponer de varias habitaciones para familias numerosas, pero hoy en día los miembros son cada vez menos; por esto se requieren otro tipo de espacios, como amplias terrazas, zonas sociales y cocinas abiertas.

Conscientes de esta nueva realidad, la arquitecta caleña Liliana Becerra y su esposo, el ingeniero civil Cristóbal Villegas —director de la empresa OCTO6—, transformaron este apartamento, ubicado en un edificio con cerca de cuarenta años de antigüedad.
La nueva arquitectura del apartamento
“Este proyecto fue más allá de una remodelación, ya que se trató de una obra civil completa: decidimos cambiar no solo los acabados, sino también la distribución y las tuberías, buscando que el resultado final realmente satisfaga las necesidades y deseos de nuestra clienta”, explica la arquitecta.

Dentro de ese contexto, cabe destacar que este proyecto también obedece a los principios del feng shui, una práctica en la que Liliana es experta y con la que procura crear ambientes armoniosos, donde la energía fluya. “Mi propuesta se basa en el diseño con intención, es decir, que además de ser atractivo permita vivir en armonía con el entorno”.

Para lograrlo, modificaron la distribución general, que antes era visiblemente compartimentada, con áreas demasiado compactas y, en algunos casos, desperdiciadas, como por ejemplo el hall de habitaciones, que era excesivamente grande para los servicios que prestaba.

A este respecto, los autores del proyecto incorporaron un clóset de linos —no existía, aunque este es un apartamento de gran tamaño—, que suple una necesidad básica y permite un mejor aprovechamiento del espacio.

Así mismo, en la cocina, que anteriormente se encontraba separada del comedor y la sala, derribaron varios muros para crear una especie de show cooking, expresión que utilizó la dueña para comunicar su deseo de convertir este espacio en un lugar ameno donde acoger a sus amigos y familiares. “Sin embargo, pensando en que eventualmente esta podría cerrarse, diseñamos una puerta tipo celosía, que consigue dividirla sin afectar la iluminación natural”, puntualiza.

Detalles de la obra
Respecto a los acabados, la selección es variada en cuanto a colores y texturas. Se aprecian materiales tanto de origen natural —madera, mármol y tejidos— como sintético —piedra sinterizada, vidrio, entre otros—, y la gama cromática abarca desde tonos tierra hasta gris, beige y blanco, combinados con destreza.

Otros acentos de color provienen de las obras de arte, algunas de las cuales las hicieron grandes maestros de la modernidad. La exhibición de estas piezas fue clave, producto de una cuidadosa observación de las condiciones espaciales, especialmente de la luz.

Y así como se expusieron las obras con esmero, la elección del mobiliario obedeció tanto a criterios relacionados con el feng shui, como al propósito de crear una imagen ecléctica, que integre referencias clásicas y modernas en forma armoniosa.

“Uno de los retos más difíciles fue hacer un baño social dorado, como lo quería nuestra clienta. Fue complejo porque este es un color muy exigente y podría verse excesivo. Optamos por un papel de colgadura texturizado en un tono dorado cálido, y unos accesorios sencillos que equilibran y realzan el brillo de las paredes”, explica Becerra.

Los autores de este proyecto concibieron un espacio alegre y con identidad, y lo hicieron realidad gracias a la exploración de distintos materiales y a la unión de elementos del pasado y el presente.
Cinco puntos para destacar de este proyecto
1. El feng shui fue uno de los mayores derroteros en la concepción del diseño interior.
2. Los contrastes de materiales son múltiples, pero armónicos.
3. La remodelación fue más allá, e incluyó el remplazo de todas las tuberías originales.
4. Se modificó la distribución espacial para adaptarla a las nuevas dinámicas familiares.
5. Las obras de arte, de importantes maestros de la historia, son uno de los aspectos más valiosos de este apartamento.