Ubicado al norte Tunja, el nuevo Club Comfaboy se alza como un ícono de diseño contemporáneo, bienestar colectivo e innovación constructiva. Con una propuesta arquitectónica pensada para transformar la experiencia del ocio y el deporte en Boyacá, esta obra de ocho niveles integra espacios multifuncionales que van desde una piscina semiolímpica —la única en la ciudad— hasta zonas de coworking, realidad virtual y gastronomía.
Diseñado por el arquitecto William Rodríguez García y construido por el Consorcio K8A, el proyecto responde a los retos actuales de la arquitectura social: eficiencia, sostenibilidad y confort. En este caso, las soluciones constructivas en seco de Etex jugaron un papel esencial para lograr una edificación versátil, duradera y completamente adaptable a cada espacio y necesidad del club.
Arquitectura al servicio de la comunidad
El Club Comfaboy no es solo un centro de entretenimiento: es una infraestructura pensada para enriquecer la vida cotidiana de miles de personas. En su interior, conviven una bolera de 12 pistas, zona gamer con realidad virtual, auditorio, salas VIP, zona wellness y un restaurante panorámico, entre otros espacios.

Cada nivel ha sido diseñado con un enfoque en la experiencia del usuario, privilegiando la comodidad, el dinamismo y la flexibilidad espacial. Para responder a estos retos técnicos y estéticos, se recurrió a sistemas de construcción en seco que aportaran resistencia, aislamiento, seguridad y rapidez en la ejecución.
Etex: la clave detrás de la eficiencia
La obra se levantó principalmente con placas Superboard estándar de Etex, utilizadas como sustrato en la envolvente del edificio. Esta solución mejora el aislamiento térmico y acústico, aporta alta resistencia al impacto y facilita el manejo de juntas, elementos fundamentales para una fachada de alto rendimiento en climas variables como el de Tunja.
Para los interiores, se emplearon placas Gyplac RF en puntos críticos como salidas de emergencia, por su alta resistencia al fuego. En zonas húmedas —como baños y cocina— se optó por Gyplac RH, resistente a la humedad y compatible con diversos acabados. Los cielos rasos también fueron resueltos con placas estándar y RH, garantizando uniformidad y eficiencia en cada rincón del club.

Este enfoque integral permitió que todos los elementos del edificio —fachadas, muros interiores, zonas húmedas y cielos— se resolvieran con sistemas en seco, reduciendo tiempos de obra, minimizando residuos y optimizando la productividad en obra.
El Club Comfaboy Tunja es, sin duda, un referente en el diseño de infraestructura social. Una obra que demuestra que la arquitectura puede ser innovadora y accesible, técnica y humana, todo al mismo tiempo.