Este espacio, además de servir como punto de acceso a la casa, se concibió para que evoque el vínculo con la naturaleza que lo rodea a través de la celosía que lo delimita y, a la vez, permite que la vegetación se asome entre sus rendijas.

Esta es una estrategia que los arquitectos de Hilada Arquitectos utilizan con frecuencia en los proyectos de escala residencial, y que responde al hecho de que este lugar no solo debía ser la entrada principal, sino un espacio intermedio que articula las dos alas que componen la casa.

“La configuración es en L, lo que supone construir dos crujías independientes, pero unidas en su vértice. Aprovechamos la intersección entre ambos volúmenes para crear el acceso, así como el empalme entre la zona social y la privada”, explica Eduardo Ochoa, cofundador de Hilada Arquitectos junto con Laura Soto. Con esto generaron una suerte de patio-vestíbulo que, gracias a su carácter transparente y permeable, transmite una sensación de calma apenas se ingresa a la vivienda.

En ese sentido, uno de los mayores desafíos radicó en lograr que este patio-vestíbulo se mantuviera visible desde cualquier posición, siendo altamente funcional pero necesariamente estético. Además, como es un área de circulación, la iluminación y la ventilación naturales resultan esenciales.

Detalles del diseño de la casa
“Su diseño debía ser lo suficientemente versátil para que sirviera como circulación y punto de acceso y encuentro entre los dos volúmenes, sin pasar por alto el componente estético”, señala el cofundador de Hilada. Así pues, el equilibrio entre utilidad y belleza es su cualidad más importante.

Para lograrlo, instalaron un tragaluz que filtra la luz natural mediante una cubierta a base de listones de madera, lo cual dio como resultado un juego de luces y sombras que varía en el transcurso del día y amplía la profundidad espacial.
Por otro lado, “cambiamos la modulación del piso para crear una transición respecto a las otras áreas de la casa, al tiempo que diseñamos los jardines por secciones con el objetivo de proporcionar estructura y movimiento”, explica Ochoa.

La iluminación artificial es poca e indirecta, lo que genera una atmósfera apacible. Todo lo anterior confirma una de las claves del diseño en la obra de Hilada: integrar la naturaleza al proyecto y procurar que los espacios sean multifuncionales.