La cultura material de nuestro tiempo está cada vez más determinada por la transición del mundo analógico a la esfera digital. Nada de esto es nuevo. Desde el advenimiento del smartphone, muchas de las cosas que hacíamos en entornos físicos y con medios tangibles son ahora posibles en un nuevo espacio que construimos con algoritmos, interfaces y, últimamente, con inteligencia artificial.

Quizás uno de los campos de la vida cotidiana que más se han transformado es el consumo de bienes. La tienda como espacio arquitectónico se ha ido volviendo “innecesaria” debido a la presencia masiva de su versión online, de bajo costo para el empresario y con un alcance mucho mayor.

Las barreras locales e internacionales en el campo del comercio se han construido no con ladrillos sino con pixeles, además del hecho de que desde la pandemia hemos aprendido a trabajar de manera remota.

La oficina ha ido dando paso a plataformas de telecomunicación en la medida en que las compañías han optado por el teletrabajo. Ante esta realidad, cabe preguntarse si la interacción en un entorno presencial es importante en el aspecto laboral.

Beckett Simonon es una empresa colombiana dedicada al diseño, fabricación y comercialización de zapatos y accesorios de cuero de alta calidad. Gracias a la implementación de ventas por internet desde sus inicios, la compañía ha alcanzado un mercado internacional con piezas producidas artesanalmente.

Luego de años de crecimiento, sus socios fundadores decidieron tener un lugar físico para sus operaciones, lo que los condujo a contratar a la firma bogotana de arquitectura LAP (Left Angle Partnership) para reformar un espacio de oficinas y convertirlo en una sede equipada con puestos de trabajo, salas de reuniones y un call center dedicado a la venta de los productos.

En un movimiento a la inversa de la tendencia actual, esta empresa decidió pasar del mundo digital al físico y tener un lugar de trabajo en función del intercambio de ideas de manera presencial. Con esta premisa, los arquitectos diseñaron un ambiente que busca traducir los estándares de calidad de Beckett Simonon en un espacio arquitectónico.

El diseño de las oficinas
El inmueble original se intervino con demoliciones controladas de algunos muros, para luego construir unos nuevos, con esquinas curvas que desdibujan la geometría ortogonal del espacio. También decidieron eliminar el cielo falso y exponer todo el sistema de tuberías, con el objeto de facilitar posibles reparaciones.

La placa desnuda de concreto la pintaron de blanco, lo que aporta al sentido de amplitud visual y hace que la luz natural se refleje y amplifique en el interior. A su vez, los puestos de trabajo del call center —de libre ocupación— los dispusieron a modo de oficina abierta, mientras los despachos de los gerentes se concibieron como dos cabinas de vidrio con cortinas para controlar sus niveles de privacidad.

LAP se encargó, además, del desarrollo de todo el mobiliario utilizando referencias de AVS, una empresa con 38 años de experiencia en lo relacionado con el mobiliario doméstico, comercial y de oficinas, con la que trabajaron en equipo para customizar piezas de línea e integrales, así como materas curvas para animar cada estancia con vegetación. Adicionalmente, colaboraron en la fabricación de las bases metálicas de los puestos de gerencia y salas de juntas.

El diseño de la iluminación también estuvo a cargo de los arquitectos, quienes propusieron un sistema simple y funcional, que además hace las veces de decorado gracias a lámparas colgantes que aparecen como franjas de luz. Un muro destinado a la exhibición de los productos de la marca dota al proyecto de un carácter expositivo.

Esta obra parte de una reflexión sobre la importancia de la presencialidad en el trabajo y la recuperación del encuentro social y el intercambio personal en el mundo laboral. Su arquitectura se concibe desde una expresión austera, que utiliza el cuero de los zapatos para los muebles y que emplea la curva como una estrategia geométrica de unificación espacial. En ella se ve una apuesta por generar un espacio mesurado y en su justa medida, sin excesos.

Cinco puntos para destacar
1. Este proyecto parte del deseo de sus fundadores de tener un entorno físico para pasar del teletrabajo a la presencialidad.
2. Los arquitectos hicieron demoliciones controladas para construir muros curvos y generar una espacialidad que contrasta con lo ortogonal del área original.
3. Se dispusieron oficinas abiertas y cerradas en la reforma, con el fin de jerarquizar los espacios de trabajo.
4. Para los muebles con jardineras de pequeño formato contaron con la colaboración de la compañía AVS.
5. La atmósfera del proyecto recoge los valores y materiales de los productos de la marca para generar un ambiente austero.