La firma Provencher_Roy fue la encargada de diseñar el nuevo edificio de la escuela de comercio y administración más antigua de Canadá. Se trata de Hélène Desmarais, un espacio de 24.000 metros cuadrados para HEC Montréal.

El resultado refleja los principios de modernidad, funcionalidad y sostenibilidad que hacen de esta institución un referente en los campos de la educación y la investigación.

Este edificio, ícono de la arquitectura contemporánea en Canadá, rinde homenaje a la empresaria quebequesa que dio nombre a la institución y que, además, fue la primera mujer presidenta del consejo de administración de HEC Montréal.

Situado en el céntrico barrio de Ville-Marie, en Montreal, su diseño representa un retorno a los orígenes, ya que esta reconocida escuela de negocios, la más antigua de Canadá, se fundó en ese mismo barrio en 1907.


La arquitectura del edificio

Su fachada contemporánea está pensada para responder a tres objetivos: abrir un diálogo que rinda homenaje a un patrimonio notable, establecer una presencia en el centro de la ciudad que refleje su carácter internacional y apoyar los principios del desarrollo sostenible, aplicando de manera creativa los estándares actuales.

Dos ejes perpendiculares organizan el tráfico de este proyecto, que consta de 27 aulas, un anfiteatro de 296 plazas, un ala de investigación compuesta por más de 10 unidades, espacios de recepción y administrativos, además de un centro de eventos y conferencias. Se integran también una biblioteca, una cafetería y un jardín interior.


Los caminos peatonales que atraviesan el edificio salvan un desnivel de nueve metros en todo el terreno, y conectan el tejido urbano con el entorno patrimonial y paisajístico. Abierto y accesible por todos lados, Hélène Desmarais es como un nuevo habitante destacado del barrio, hecho completamente de vidrio, piedra y metal.

En cuanto a los materiales utilizados, todos son de origen local —transportados a menos de 800 kilómetros hasta el sitio de construcción— y el 30 % son reciclados. Igualmente, priorizaron la salud y la seguridad de los usuarios, dado que estos no contienen compuestos orgánicos volátiles.

Es así como este edificio constituye una interfaz entre la comunidad empresarial de Montreal y los estudiantes de todos los rincones del mundo.