En Bogotá hay mañanas en las que se aprecia la niebla espesa que luego se disuelve hasta dar paso a cielos despejados, azules intensos que transforman la percepción del espacio y la energía de la ciudad. Esa atmósfera es la inspiración detrás de Ante Meridiem (AM), la nueva colección del estudio Del Portillo, concebida como una declaración de amor a la ciudad que vio nacer y crecer a la firma.

En el marco de sus diez años de trayectoria, Del Portillo no solo celebra una década de diseño, sino que lo hace con un manifiesto emocional y estético: una colección donde cada pieza es una interpretación tangible del cielo capitalino y de su poder transformador. AM es, en esencia, una oda a la luz cambiante que define nuestros días y a la ciudad que los envuelve con su ritmo, su carácter y su energía inagotable.

Detalles de la colección de Del Portillo
La colección está atravesada por una búsqueda sensible: cómo traducir en formas, texturas y materiales el instante en que la madrugada deja de ser sombra para convertirse en luz. El resultado son piezas que evocan el tránsito entre lo etéreo y lo concreto, entre la contemplación y la funcionalidad.

Cada curva, cada superficie y cada contraste de la colección AM responde a esa transición poética que ocurre entre el amanecer y el mediodía, cuando Bogotá, como Del Portillo, muestra su rostro más vital.

Además, como bien lo expresa esta colección, el diseño también es una forma de habitar y reconocer el lugar al que se pertenece. AM no es solo un ejercicio de estética; es una forma de narrar la ciudad desde sus cielos, sus cambios de luz y sus momentos más sutiles.

Así, Ante Meridiem nos invita a mirar hacia arriba, a reencontrarnos con lo esencial, a vivir en el cielo con los pies firmemente puestos sobre la tierra. Y al hacerlo, nos recuerda que el diseño tiene el poder de capturar la belleza fugaz de lo cotidiano y convertirla en algo permanente, útil y profundamente nuestro.